viernes, 6 de enero de 2012

Dr. Rehab al rescate. Hoy "La Caña".

Un pobre ser con caña es como la foto de un edificio terremoteado. El nivel de destrucción depende de lo fuerte que se haya sacudido y de las condiciones previas del edificio.
A veces sólo hay grietas leves en la mampostería, otras, se desprenden balcones y se descuadran las puertas. Cuando la cosa va en serio, el edificio se manda guarda abajo. Usted, señor lector y su humanidad, funcionan más o menos parecido.


Si comió poco y tomó como estudiante en vacaciones, olvídese... No, en serio, no se va a acordar. Si almorzó, probablemente igual quede cufifo pero sólo con algunos daños estructurales. Si comió mucho y después se tomó un vaso cargado por el diablo, más encima rápido, vomitará a la primera, true story. Recuerde, fiel lector, que gran parte del alcohol se absorbe en el estómago, es importante, entonces, que tenga algo en él para que no pase tan rápido y sin diluir a su torrente sanguíneo.
El alcohol es una toxina, un poco rara eso sí, porque además es ansiolítico, anestésico y relajante. La ebriedad es una intoxicación al fin y al cabo, una especie de envenenamiento, téngalo presente.
Usted sabe que más del 70% de su cuerpo es agua y el tráfico de ésta (transpiración, sed o ganas de ir al baño) es controlado por la hormona vasopresina, que retiene líquidos. Es decir, cuando hace calor, ésta hormona se inhibe y usted suda como apretar una esponja; lo mismo cuando se emborracha: la vasopresina pierde efecto, y los riñones gastan agua como país en guerra. En un esfuerzo por mantener el equilibrio interno de líquidos ("homeostasis" si quiere quebrarse con sus amigos cuando los impresione con los conocimientos que adquirió en este blog) y el volumen sanguíneo, su cuerpo saca agua de otros órganos, como las meninges, membranas que rodean al cerebro y tronco encefálico y lo mantienen hidratado, amortiguando golpes y movimientos bruscos. La sequedad se manifiesta en jaqueca, el "hachazo".
La guata revuelta se explica con la irritación que produce el alcohol en las mucosas de su estómago, dejándolo desprotegido a los jugos gástricos cuya producción, para colmo, se ve estimulada.
Los moretones que anda trayendo y el recuerdo de la noche anterior repleto de lagunas mentales, se deben al efecto supresor del Sistema Nervioso Central. El glutamato y el GABA (ácido gama amino butírico, intente decirlo curado) interactúan con el alcohol, dejando su cuerpecito anestesiado y su habilidad para generar recuerdos en el suelo.
Ya sabe ya, si quiere ser vikingo espartano que desayuna leche con clavos, y no andar lloriqueando a la mañana siguiente, almuerce pero no se atasque, tome harta agua pero no demasiada y muy importante, beba con responsabilidad. Que no hay curadera que dure 100 años, ni cuerpo que aguante.
Atentamente, el Dr. Rehab.

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